Nos
gusta, no a todos, admirar lo que no conocemos, nos congelamos ante
cualquier icono, deidad que nuestra mente ha estructurado, tallado y
esculpido. Somos una escalera si vemos que suben, subimos, si vemos
que bajan, bajamos. Estamos inmersos en una polución ( contaminación
) de retorica y juegos de palabras, esta crisis que vivimos los
salvadoreños no se resuelven con un ajedrez de palabras. Creemos
pero no entendemos, vemos pero no reflexionamos, escuchamos pero no
le ponemos atención . Que Dios nos de la suficiente capacidad de
pensar y todavía “pensar bien” Tenemos miedo a no tener miedo. “
Cuando se pierde el miedo a perder se gana”. Mitificamos todo los
que nos produce esperanza, no tenemos una brizna (hilo ) de fe
en nosotros mismos. Estoy porfiado, obstinado, tozudo, estulto que
la solución no está en Marte, la solución somos los
salvadoreños y se llaman micros y pequeños comerciantes. Gracias
por prestarme su atención he hablado en primera persona
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