Este
día tuvimos en Sonsonate un Sol radiante, un cielo despejado, ajeno
a las nubes, un clima fresco, ya empieza a sentirse el fervor de las
fiestas de navidad y fin de año. Sonsonate no es una gran ciudad o
sea una gran urbe pero es magnético tiene ese imán que nos atrae y
que difícilmente podemos despegarnos, lo llevamos en nuestras
entrañas. Sonsonate es así, lo queremos así. Ya empezaron a
anunciarse los bailes y celebraciones. Poco a poco se empieza a ver
movimiento comercial en una escala mínima y como decimos en nuestro
querido El Salvador la gente se rebusca para ganarse la vida. Que
DIOS bendiga a los salvadoreños aquí y en cualquier parte del
mundo. Desde la ciudad de los cocos y palmeras les saluda Hansel
Gudiel.
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