lunes, 3 de septiembre de 2012

HOMBRE CULTO

  Un tío de mi padre, era un hombre de refinadas costumbres, de modales pulcros, de educación muy noble, hasta para sentarse tenía buen gusto, no digamos la forma de vestirse y de conversar, bueno pues, si al saludar inclinaba el cuello. Mi padre me contaba que algunas mujeres de su época se enamoraban de él, mi padre lo mencionaba mucho y emuló casi todas esas enseñanzas que fueron heredadas. Lo mejor que era un hombre de modesta condición económica pero de una opulenta educación. Como en los juegos de azar, yo no gané la lotería pero saqué mi terminación.

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