Es
divertido, desternillante el mundo de la política, poniendo,
proponiendo, pensando, repensando, haciendo, deshaciendo. Es lúdico,
es un juego, es apasionante, hay que ver pero más que ver, observar,
cuando se observa se ve mejor. En ese territorio de la competencia
hay que ser un buen jinete y cabalgar con paso lento pero seguro,
quizás más seguro que lento. Muchas veces elegimos lo que queremos
no lo que necesitamos. Me pongo a pensar que diría Arístóteles de
este pugilato de la política actual.
martes, 28 de febrero de 2012
jueves, 2 de febrero de 2012
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